Localidad: Cerezo de Río Tirón

En Época medieval ya se comían helados.

Cuando no existían los frigoríficos, la conservación de los alimentos se realizaba mediante el ahumado, la salmuera, los adobos o el aprovechamiento de la nieve. Para esto último construían neveras o neveros, tambiÉn llamados pozos de hielo, donde se almacenaba nieve apisonada entre capas de paja que actuaban como aislante y separador, facilitando la extracción del hielo por bloques.

El hielo que se extraía era para uso de la comunidad y para su venta por los pueblos que lo solicitaban, transportándolo en burras o carros, preferentemente por la noche. Se empleaba con fines terapÉuticos, usándose contra fiebres, inflamaciones, para cortar hemorragias, etc. y, en la cocina, para conservar los alimentos, refrescar las bebidas y hacer helados.

Esta industria del hielo está documentada desde Época medieval, aunque entonces su disfrute era casi exclusivo de las clases altas. En los siglos XVI y XVII la demanda de hielo se generaliza y los precios se hacen más asequibles, perviviendo como sistema de trabajo hasta 1931, siendo los últimos usuarios los balnearios.